Liderazgo: Teoria de los Rasgos

La Teoría X y la Teoría Y de McGregor.
La teoría X implica una dirección basada en el ejercicio de la autoridad formal. Este estilo de dirección se justifica en los siguientes supuestos: el hombre es por naturaleza perezoso y muestra una aversión hacia el trabajo; elude responsabilidades y busca ante todo su seguridad; y tiene como única motivación el dinero. Frente a este comportamiento, la dirección no tiene más remedio que actuar de acuerdo con estas pautas: señalar a cada uno lo que debe hacer y cómo hacerlo; marcar tiempos de realización del trabajo; dictar unas normas a seguir y someter a las personas a constante presión para que realicen su trabajo.

La teoría Y se basa en la siguiente hipótesis: es necesario crear en la organización unas condiciones tales que las personas puedan alcanzar con éxito sus objetivos y los de la organización, lo que supone que, además del control ejercido por la dirección, aparece el autocontrol. Esta hipótesis tiene como fundamento la siguiente concepción del ser humano: el hombre es perfectible y capaz de autocontrolarse cuando trata de alcanzar unos objetivos de los que se siente responsable. Su motivación no es sólo monetaria, sino que en parte viene asociada a la satisfacción que le produce el trabajo bien hecho. Además, en las personas están presentes la imaginación, el ingenio y la creatividad para resolver problemas. En base a esta concepción, los directores deben: dar confianza, información y formación, dar participación, utilizar el grupo como instrumento para la toma de decisiones y negociar los objetivos.

Para McGregor los dos estilos de liderazgo−dirección, autoritario (teoría X) y participativo (teoría Y) constituyen los extremos de un continuo para los estilos de liderazgo.


Los estilos de liderazgo según Likert.
Likert formuló su tipología matizando la de McGregor un poco más y considerando cuatro estilos de dirección:
· Autoritario explotador: el director no tiene confianza ni fe en los subordinados.
· Autoritario benévolo: el director tiene fe y confianza condescendientes, como la del amo con el siervo.
· Consultivo: tiene bastante fe y confianza, pero no totales; sigue deseando conservar el control de las decisiones.
· Participativo: tiene completa fe y confianza en todas las materias.

En esta tipología el grado de descentralización en la toma de decisiones y el grado de consulta hacia los subordinados juegan un papel fundamental. El elemento básico de la tipología de Likert no es ya la persona y sus características, sino el tipo de relación superior−subordinado y los términos en que tiene lugar.