La Etica de la Responsabilidad

Uno de los temas principales es la simple honestidad cotidiana, nadie debe robar, mentir, trampear, sobornar, etc. El problema tiene que ver con los valores morales y la educación moral del individuo, la familia y la escuela. Pero no existe una ética específica de los negocios, ni se necesita. Solo se necesita aplicar castigos rigurosos a los individuos que ceden a la tentación.

Grupos de liderazgo pero no líderes.
Un problema ético peculiar del gerente se origina en el hecho de que los gerentes de la instituciones son colectivamente los grupos de liderazgo de la sociedad de organizaciones, pero individualmente no es más que otro empleado.
Por lo tanto es impropio hablar de gerentes como líderes. Son miembros de un grupo de liderazgo. En esencia, la condición de miembro de un grupo de liderazgo es lo que tradicionalmente se expresa con el término “profesional”, la pertenencia a dicho grupo confiere jerarquía, posición, prominencia y autoridad, pero también impone deberes. Pedir que todos los gerentes sean líderes es demasiado, pero como miembro de un grupo de liderazgo enfrenta las exigencias de la ética profesional.

“Primum non nocere”.
La primera responsabilidad de un profesional fue hace 2000 años con el juramento hipocrático.
Ningún profesional puede jurar que beneficiará a su cliente, a lo sumo puede intentarlo. Pero puede prometer que n lo dañará intencionalmente, y el cliente debe confiar en el profesional.
El profesional debe actuar con autonomía, no puede ser controlado por el cliente, tiene que actuar privadamente en cuanto a la decisión debe confiarse a su conocimiento y juicio. Pero el fundamento de su autonomía es que se ve consagrado al interés público. Entonces un profesional es “ un ente privado en el sentido de que actúa con autonomía, y no está sujeto a control político e ideológico. Pero es un individuo público en el sentido de que el bienestar de su cliente impone límites a sus actos y palabras. Y la fórmula primum non nosere, “no hacer daño consciente” es la regla básica de la ética profesional. Y los ejecutivos no se ajustan a ella por:

1. La retribución de los ejecutivos y la desigualdad económica.
Contrariamente a lo que suele creerse, lo ingresos se han igualado en los países desarrollados a medida que aumenta os ingresos personales y nacionales.
En USA la diferencia entre los operarios (gente peor paga) y los directivos de de 4 a 1.
Sin embargo la creencia popular manifiesta de que cada vez se acentúa más, pero origina un efecto corrosivo entre grupos que deben trabajar y convivir juntos.
Pero la causa principal de esta ilusión está por las cifras antes de descontar impuestos de unos pocos individuos que están a la cabeza de grandes organizaciones y por los suplementos que se les otorgan a los ejecutivos.

2. El peligro de las cadenas doradas.
Las cadenas doradas son beneficios suplementarios que otorgan a los gerentes como forma de retribución, pero cuyo fin es atar al trabajador al empleador, lo que a su vez no favorece a la eficacia de la empresa ya que ata a la trabajadores improductivos. Esto sería factible es sociedades como la japonesa con empleo vitalicio, pero en EEUU constituyen un factor antisocial.

3.La retórica del motivo ganancial.
Con su retórica los gerentes impiden que el público comprenda la realidad económica. Ello viola el requerimiento de no hacer año consciente.
Este discurso que hace hincapié en la ganancia es traducido por la gente en ”que existen algunos capitalista anónimos con el deseo de ganar plata, y no se entiende por que la sociedad debe facilitar el cumplimiento de ese deseo”.