El liderazgo: Aprendizaje Continuo

El liderazgo es un aprendizaje continuo. En un ambiente organizacional los líderes deben ser capaces de concentrarse en aquello que más le conviene a la empresa, sintiendo con pasión lo que vendrá, aceptando lo no conocido como una rutina, considerando los pequeños errores como algo natural, enfrentando los valores con conflicto, buscando respuestas positivas a las cosas difíciles, teniendo la premisa de que continuamente hay que aprender a aprender.
Cada persona emprende o lidera en forma diferente. En las empresas sucede lo mismo, transformándose en un proceso de intercambio de liderazgo, de conocimiento, comportamientos y de valores que se comparten en toda la organización, dando lugar a la cultura de la misma.
La fuente del aprendizaje estará en la historia de cada uno, en sus leyendas, anécdotas, triunfos, derrotas, intuición, percepción, fracaso y éxitos. No hay una receta rigurosa, se aprende de la propia vida, y se practica cuando se siente; por eso, el pensar que los líderes nacen creo que es un mito.
Todos somos educables de alguna forma, al menos si existe el deseo básico de aprender. La nutrición es más importante que la vocación de liderar.