Etapa de Introduccion del Coaching Ontologico

Esta etapa suele iniciarse con una declaración de quiebre. Junto con la declaración de quiebre, la persona suele declarar también la necesidad de que otra persona le sirva de coach. En esta fase inicial, el coachado suele conferirle al coach la necesaria autoridad para que lo ayude, como suele también otorgarle la confianza necesaria para que éste asuma ese rol.

Llevar a cabo procesos de coaching dentro del espacio de trabajo y, particularmente, cuando en ellos está involucrado, en una u otra capacidad, quién ejerce una función formal de autoridad, es algo que requiere de un diseño especial.
• Posible confusión de roles entre el jefe o directivo y el coach.
• Requiere de la creación previa de un contexto que hagan posible procesos de coaching que no son solicitados por el coachado.
• En las manos del directivo no sólo está el proceso de coaching que éste desencadena, sino también la evaluación global de desempeño del coachado y, en último término, la permanencia del mismo en la organización.
• Los procesos de coaching al interior del trabajo suelen ser “light”, más superficiales, acotados a aspectos directamente relacionados con el propio trabajo.
• Discernir el grado de exposición pública que deba tener el coaching. El espacio público le confiere al coaching una dimensión ritual que hace que sus resultados tengan muchas veces una mayor resonancia y profundidad para el coachado y puede implicar una expansión del efecto del coaching en todo el equipo y no sólo en el coachado. Éste provee una ganancia de aprendizaje en términos organizacionales.
• El directivo/coach es un directivo que no se atemoriza por reconocer ante su gente lo que no sabe, por corregir públicamente sus equivocaciones, por pedir retroalimentación para detectar sus propias insuficiencias.


El papel general del contexto

El contexto es el factor más importante de toda interacción de coaching. Ninguna competencia específica se iguala en importancia al rol que juega el contexto. El contexto no es sólo, por lo tanto, un espacio dentro del cual se desarrolla la acción. Es, a la vez, un producto de las acciones que se realizan.

El factor más importante de todo contexto es la emocionalidad, al punto que podemos señalar que un contexto se mide y se entiende de acuerdo a la emocionalidad que irradia.

Pero no es posible reducir el contexto a mera emocionalidad. Se debe prestar especial atención al contexto físico en el que se realice el proceso de coaching. En ciertos lugares, el coaching puede resultar particularmente difícil o pesado, mientras que en otros, toma un vuelo inesperado y genera otros resultados.

Dado que el coaching es un proceso abierto, es importante que el coach verifique si cuenta con el permiso de parte del coachado para conducir su indagación y hasta donde puede llegar en ella.

La identificación del quiebre de apertura

El punto de partida del proceso de coaching propiamente tal es el quiebre. Salvo condiciones excepcionales, como las examinadas arriba, normalmente el quiebre lo declara el coachado. Cuando ello sucede, le corresponde al coach identificar con claridad cual es el quiebre declarado. Muchas veces, el proceso de apertura del coaching se realiza tan rápido que ambos, tanto el coach como el coachado, no se dan el trabajo de asegurarse que coinciden en saber cual es el quiebre de apertura. La etapa introductoria debe concluir con la clara identificación de este quiebre inicial.

Para tener un quiebre se requieren dos elementos que se fusionan: una determinada situación o experiencia y una forma de interpretarla. Situación e interpretación representan dos dominios diferentes que no pueden confundirse. Y al procurar identificar un quiebre, ambos tienen que estar presentes. Humberto Maturana nos insiste en esta necesidad de separar el fenómeno de su interpretación, o la experiencia de su explicación. La interpretación no pertenece al fenómeno, la explicación no pertenece a la experiencia.

Tener un quiebre es hacer un juicio de una situación o experiencia, juicio que precisamente convierte tal situación o experiencia en el quiebre declarado. Mientras no nos entregue esos juicios, no conocemos el quiebre, mientras no conozcamos los hechos, no podremos iniciar la interacción de coaching.

La separación de la experiencia de su explicación, de los hechos de su interpretación, es uno de los recursos importantes del coaching. Siempre importante que conozca tanto los hechos como los juicios que conforman el quiebre y que los mantenga separados.

Una vez que el quiebre ha sido identificado, podemos dar por cerrada la etapa introductoria del proceso de coaching.