Diferencias entre Reestructuración, Reorganización y Reingeniería

Se suele denominar reingeniería a cualquier intento de reorganización o de reestructuración. Si bien estos términos suelen interpretarse de la misma manera, su ámbito de aplicación cambia:

Reestructuración.
Consiste en un proceso de estudio de las perspectivas que tiene la organización, basado en la comparación constante entre la estructura organizacional y los objetivos
fijados. Implica analizar en que grado la estructura actual contribuye al logro de los objetivos, para introducir los cambios necesarios en todos los niveles organizacionales cuando los resultados no son los esperados.
La reestructuración se orienta a modificar las relaciones jerárquicas, los niveles organizacionales, la delegación de autoridad y los sistemas de comunicación existentes en la empresa.


Reorganización.
Son los procedimientos que lleva a cabo una empresa a fin de reasignar actividades y responsabilidades, suprimir tareas improductivas e introducir cambios en sistemas o procesos. La reorganización consiste en el mejoramiento del diseño actual y generalmente supone la realización de cambios parciales efectuados en forma incremental.
En otros términos, reorganizar es adoptar nuevos sistemas prescindiendo de los viejos manteniendo la estructura organizacional actual en gran medida. Se corrigen dificultades encontradas (en procesos, programas o sistemas) dentro de los límites de la organización actual.


Reingeniería.
La reingeniería implica cambiar de manera fundamental la organización, ignorando el diseño actual.

M. Hammer y J. Champy afirman que “la reingeniería es empezar de nuevo. No quiere decir chapucear con lo que ya existe ni hacer cambios incrementales que dejan intactas las estructuras básicas. No se trata de remendar nada, de hacer componendas en el sistema existente para que funcione mejor....rediseñar una empresa significa echar a un lado sistemas viejos y empezar otra vez”.

Definimos la reingeniería como “la revisión fundamental y el rediseño radical de los procesos con el fin de obtener mejoras espectaculares en medidas críticas y contemporáneas de rendimiento, en términos de costo, calidad, servicio y rapidez”.

La reingeniería se sustenta en tres supuestos:

1. Renovación de la capacidad competitiva: la renovación de la capacidad competitiva significa aprender a trabajar de otra manera (y no hacer que la gente trabaje más duro).

2. Cambio constante: el cambio constante hace que los productos tengan un ciclo de vida limitado (incluso los mejores en corto tiempo quedan obsoletos), y por ello son
los procesos mediante los cuales se crean los productos los que conducen al éxito y no los productos en sí mismos.

3. Productividad: los actuales problemas de rendimiento que experimentan muchas empresas son consecuencia de la fragmentación de los procesos.