El antecedente en los clásicos: Thomas Malthus y el Desarrollo Sustentable

Desde los inicios de la economía clásica, para Adam Smith el crecimiento económico tiene su origen en la “tierra”; es decir, la riqueza de los países residía en la acumulación de factores de producción capaces de producir bienes y servicios que conducirían al bienestar material de los seres humanos.
Para Smith, la riqueza nacional no se media por el valor de los metales preciosos, sino por el “valor de cambio del productor anual de la tierra y el trabajo del país” (Ekelund & Hébert, 1999, p. 127).
La explotación de tierras fértiles en conjunción con la productividad del trabajo conducían un crecimiento ilimitado, sin embargo, cuando éstas comenzaron a escasear, mientras la población continuaba creciendo, se llegaría a un estado estacionario.

Thomas Malthus (1798), clérigo anglicano, nació en Inglaterra en 1766 y murió en 1834; fue contemporáneo de Adam Smith y David Ricardo, y al igual que ellos se ubica en la escuela clásica; considerado como uno de los primeros demógrafos debido al profundo estudio que realizó sobre los efectos del aumento de la población sobre el crecimiento económico, plasmado en su Ensayo sobre el principio de la población; donde afirmó que la capacidad biológica del hombre para reproducirse, cuando no se ve limitada, supera los medios físicos de subsistencia y, en consecuencia, imposibilita la perfectibilidad de la sociedad humana; debido a que los seres humanos tienden a responder positivamente a un incremento en la oferta de alimentos, en términos per cápita, incrementando su reproducción; igualando o incluso sobrepasando el incremento de la producción (Ekelund & Hébert, 1999, p. 141).

No obstante, Malthus observó que el crecimiento de la población no era ilimitado y se veía frenado por diversos factores, clasificándolos en frenos positivos -tales como enfermedad, guerras, hambre, tienen incidencia positiva en las tasas de mortalidad- y por otro lado, los frenos preventivos -como anticoncepción, restricción moral y aborto- lo cuales disminuirían la tasa de natalidad.

Sin embargo, el debate moderno sobre sustentabilidad difiere del enfoque malthusiano al no considerar fenómenos ecológicos, como el calentamiento global, el cual no pudo haber anticipado Malthus; aunque no puede dejar de tomarse en cuenta el rápido crecimiento poblacional de hoy en día. Por lo que en 1998 Brander y Taylor formulan un modelo que aborda la relación entre sustentabilidad y el enfoque malthusiano; donde los elementos más importantes de dicho modelo son el stock de capital ambiental, el uso humano del capital ambiental y el crecimiento de la población (o fertilidad neta) (Brander, 2007, p. 12). Ya que, sin el uso humano del medio ambiente el suelo se restablecería, el aire se renovaría, las reservas boscosas y pesqueras aumentarían, y así sucesivamente.

La población inicia en un nivel bajo, pero crece rápidamente, por lo que, poco a poco se comienzan a agotar las reservas de capital ambiental de manera considerable; que inercialmente conlleva a una disminución en la población, y posteriormente a un restablecimiento del medio ambiente, seguido nuevamente por una recuperación de la población.