La necesidad de incorporar el análisis de la sustentabilidad en las organizaciones.

En las últimas décadas, la sociedad en su conjunto ha sido testigo de muchos cambios sociales, económicos, culturales, científicos y tecnológicos. Ante tanta dinámica parecieran ser ignorados ciertos valores fundamentales como son la ética y la responsabilidad social, que son de gran importancia para el desarrollo y la sustentabilidad. Parecen quedar marginados a pesar de la importancia que revisten tanto en lo individual como en lo colectivo.

Los distintos actores sociales deben desempeñar sus responsabilidades con plena conciencia y praxis de estos valores. En las organizaciones desarrollar la ética y la responsabilidad social no es tarea fácil, ya que requiere una perspectiva sistémica con relación a uno mismo y a la realidad en su conjunto.

Toda actividad humana implica considerar las interacciones de beneficio y perjuicio. Es de interés no sólo para los mismos actores empresariales y sociales, sino también para la comunidad nacional e internacional tener organizaciones de empleadores y de trabajadores fuertes, dinámicos y capaces de impulsar los cambios requeridos, con visión sustentable.

Los cambios arriba mencionados, están teniendo injerencia y deberían ser considerados en la toma de decisiones en las organizaciones, con un enfoque de racionalidad limitada con estrategias sustentables y de optimización de recursos procurando el menor daño y deterioro al ambiente.

Las organizaciones como un sistema humano incluyen clientes, propietarios, empleados, gobiernos, proveedores y competidores. Dicho sistema en aras de la sustentabilidad, debería procurar un equilibrio entre los objetivos económicos, medioambientales y sociales. La administración de cualquier organización debe estar consciente que tiene una importante responsabilidad en estos temas, por lo que su función no se limita solamente a lograr que la organización sea competitiva en términos económicos, si no que también debe procurar generar el máximo valor agregado y distribuirlo equitativamente entre sus integrantes.

La sustentabilidad en las organizaciones -en cuanto sus objetivos sociales-, debe plantearse contribuir al desarrollo integral de la sociedad a la que sirve en forma externa (clientes y la sociedad en su conjunto); y de manera interna, debe contribuir al bienestar y desarrollo humano de sus integrantes.