Las políticas ambientales: límites y contradicciones.

Las políticas ambientales son una forma reciente de tratar de solucionar los problemas del pasado que tiene la sociedad mexicana. Surgen conjuntamente con el grado y forma de actividad gubernamental y el nivel de responsabilidad del gobierno.

La pobreza y la injusticia social son la principal causa del deterioro ecológico; ya que el desarrollo económico y el medio ambiente son dos situaciones de un mismo problema, por lo que cada región debe tener la capacidad natural para aprovechar sus recursos naturales a fin de satisfacer las necesidades de su población y de los métodos para producir sus materias.

Los problemas de equidad relacionados con el medio ambiente son los de equidad inter-generacional, inherentes a cualquier asignación de recursos en el tiempo. Esta situación plantea problemas éticos fundamentales, ya que las generaciones futuras no pueden entrar a hacer valer sus preferencias, ni en las decisiones económicas ni en las políticas. Por éste motivo, la única solución real es la constitución de instancias institucionales del Estado y de la sociedad civil que, con fines no lucrativas representen a dichas generaciones.

El desarrollo sustentable tiene un importante significado político además de social. De acuerdo a Badii, M. H., J. Castillo, A. Guillen y J.L. Abreu15 La misión de las instancias políticas son:
1. Promover una transición al desarrollo sustentable. 2. Lograr el aprovechamiento duradero de los recursos naturales renovables del medio ambiente que consolide el desarrollo presente y futuro, permita una mayor calidad de vida para todos, propicie la superación de la pobreza, y contribuya a un crecimiento económico, basado en procesos productivos y tecnológicos que no degraden los recursos ni la calidad del ambiente. 3. Fomentar, por medio de la corresponsabilidad del gobierno y de la sociedad, prácticas productivas y de consumo que preserven el medio ambiente y que éstas se fundamenten en el aprovechamiento económico y el bienestar social con sustentabilidad.

En México, las políticas ambientales se aplican en dos vertientes diferentes:
1. Las políticas explícitas, la cuales tienen un carácter reactivo y se ejercen mediante medidas que tienen el objetivo de combatir las acciones que los agentes económicos llevan a cabo en su quehacer económico.
2. Las políticas implícitas subyacen en las decisiones que se toman para dirigir aspectos determinados de la economía y de la sociedad.
El propósito del tema sobre las estrategias de desarrollo sostenible a opinión de los partidos políticos, se centra en plantear la necesidad de integrar las distintas políticas en materia de sostenibilidad ambiental, a fin de conseguir apoyos a través de sus direcciones para asumir medidas objetivas y tangibles con el entorno y coordinar el compromiso de aquellos que manifiestan su entusiasmo y dedicación al problema ambiental.


Sin desarrollo social no hay viabilidad ambiental.
El problema del desarrollo sustentable involucra a la sociedad en su conjunto y a las instituciones que de ella surgen; no obstante, en la sociedad mexicana la indiferencia ha sido el punto de partida de dicha realidad.
El desafío es atender las necesidades actuales y futuras de la población. Para ello, la participación ciudadana es un requisito indispensable, en especial para construir nuevos estilos de vida. El objetivo del desarrollo sustentable es mejorar el nivel y la calidad de vida de la población, en la actualidad y en las generaciones futuras. Éste objetivo debe sustentarse en políticas integradas, que resuelvan necesidades básicas de las generaciones actuales, la capacidad de los sistemas naturales para lograrlo y cubran las necesidades de las generaciones futuras.

Las propuestas de parte del gobierno mexicano deben enfocarse a la producción y consumo sustentable, integrando políticas, no sólo económicas, sino también sociales y ambientales. Siendo la sustentabilidad la norma política de gobierno de la gestión pública.

Las ciudades se han caracterizado por la concentración de los medios de producción, de la población, de los recursos financieros, administrativos, políticos y de servicios. Si bien es cierto que las ciudades no son consideradas parte de la naturaleza, son dependientes de las condiciones ambientales, y no sólo del sitio o lugar en que se asientan, sino también de condiciones naturales externas a ellas.
En ellas se generan gran parte de los residuos contaminantes, demandan gran cantidad de recursos como: agua, combustibles, tierras y todos los bienes y materiales que requiere la sociedad. Asimismo, son importantes centros de degradación de recursos, existiendo una relación estrecha entre el desarrollo urbano y el desarrollo sostenible.

La equidad es un valor fundamental para construir sociedades ecológicamente justas y sustentables. Hombres y mujeres deben tener acceso a bienes y servicios básicos para lograr vidas productivas. La educación, la capacitación y el empleo son elementos fundamentales para el desarrollo y la equidad social. La garantía de acceso a los servicios es una función fundamental de los gobiernos del mundo.

La forma de medir el nivel de desarrollo de un país, es a través de indicadores, los cuales son fundamentales para evaluar, dar seguimiento y predecir tendencias de la economía, la sociedad, el desarrollo humano, entre otros, así como para medir el cumplimiento de metas y objetivos de las instituciones gubernamentales, ya que adscritos a una cultura donde el valor fijado a los objetos, logros o situaciones sólo adquiere sentido respecto a la comparación de otros contextos.